El 1 de mayo se celebra el Día del Trabajador en casi todos los países del mundo. Una fecha que conmemora el movimiento obrero y los derechos adquiridos por todos los trabajadores, como por ejemplo la jornada laboral de 8 horas. Con el paso del tiempo este día se ha convertido en casi un festivo más, pero lo cierto es que es necesario recordar su importancia en la evolución de la sociedad.
La fecha fue elegida durante el Concreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional celebrada en París en el año 1889. Trata también de conmemorar a los Mártires de Chicago, un grupo de sindicalistas condenados en Estados Unidos por participar en una huelga el 1 de mayo, reclamando la jornada laboral de 8 horas que no se cumplía por aquel entonces. Ocho personas acabaron detenidas, de los cuales tres fueron a prisión y cinco fueron ejecutados.
El Día del Trabajador en España
España fue el primer país de Europa en aprobar la jornada laboral de ocho horas tras una huelga llevada a cabo por anarquistas en Barcelona, conocida como la huelga de La Canadiense. Sin embargo, durante las dictaduras militares de Primo de Rivera (1923-1930) y la de Franco (1939-1977) no se llevó a cabo, ni la celebración del 1 de mayo, ni el cumplimiento obligatorio de la jornada de 8 horas.
A nivel mundial, el Día del Trabajador adquirió protagonismo sobre todo tras la II Guerra Mundial gracias al aumento de los partidos de izquierdas en el poder de los países capitalistas de Europa. Comenzó a tener tanta popularidad que hasta el Vaticano tuvo que reconocer esta festividad. En 1954, el papa Pio XII declaró este día el día de San José Obrero.