Razones gastronómicas para hacer un recorrido dulce y salado por La Palma.
La Palma esconde tesoros que vale la pena descubrir, le sobran motivos para mantener su apodo de Isla Bonita.
El mojo rojo, con la pimienta palmera que le aporta un sabor ahumado y le aporta cremosidad. Existe una versión a la que se le añade almendras que lo hace más exquisito todavía.
La rapadura es uno de los dulces tradicionales más característicos de La Palma. Tiene forma de cono, como la propia isla. Su ingrediente principal es la miel, a la que se agregan otros con los que combina y amplían la variedad. Estos puede ser gofio, huevos, almendras, coco, chocolate…
Siguiendo con los postres tenemos el Príncipe Alberto, un postre cuyo origen se atribuye a una madre coraje que comenzó a elaborarlos para sacar a su familia adelante. Algunos lo llaman el tiramisú canario. Se basa en bizcochos húmedos, mousse de chocolate y avellanas picadas. Una combinación de texturas que no deja indiferente al que lo prueba. Si bien el origen concreto del nombre no termina de quedar claro esto al final es lo de menos en cuanto la cuchara llega a la boca. Pruébenlo, repetirán seguro.
Recorrer la isla sabor a sabor es una experiencia única.
Cambiando de sabor podemos dirigirnos hacia Fuencaliente, donde un paisaje volcánico contrasta con el blanco de las salinas. La sal del Teneguía es un tesoro que no puedes dejar de probar, considerada producto gourmet y muy valorada en las cocinas canarias.
El queso palmero, basado principalmente en la leche entera de cabra, se consume tanto fresco como a la plancha. Está considerado como el segundo queso canario, después del majorero de Fuerteventura, en obtener la Denominación de Origen.
En esta isla verde el plátano sigue teniendo gran importancia, sobre todo en la vertiente oeste, en la zona de Los Llanos.
Desde la Asociación Gastronómica Palmera trabajamos para formar, mejorar y potenciar la oferta gastronómica de la isla de La Palma.
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